A través de las ramas del rosal
la luz se escapa...
Alargando las hojas y las sombras.
La bóveda celeste de un gris acero
viste el tiempo...
El instante se dilata.
La oscuridad expande su ceguera
El manto de la noche se extiende
en todo lo creado.
La vida duerme el sueño de la luz.
El horizonte, ilusionado, espera
que, de nuevo, asomen los colores del alba
una, y otra vez...
Cada mañana.
Hermosa forma de describirlo.
ResponderEliminarSaludos cordiales