lunes, 30 de mayo de 2011

¿Cae la noche o amanece?



Vuela el alma,
solo el cuerpo se retuerce
en su ansia y se lamenta
al  no sentir el peso
y la presencia.

Cae la noche
duerme el día,
en la espera de sentir.

Llega la aurora, se extiende,
mezcla de anhelo y silencio.

Vuelve el día.
Amanece.

Tras la espera de la noche
un murmullo de palabras
viste el sueño de esperanza.

Muere el día, cae la noche
¿O amanece?

martes, 24 de mayo de 2011

Nada, nada cambia...




Últimamente, no leo, pienso,
y me adivino.
Me encuentro con el día,
y me despido de la tarde:

- ¡Buenos días...! -
- ¡Buenas tardes...! -


Últimamente, estoy confusa,
distraída y perezosa.
Pienso…
Y el mundo gira,
como el tiempo.
Siempre dando vueltas:
escribiendo;
soportando;
compadeciendo...


En el huerto ya hay espárragos,
entreabren sus capullos,
sin quererlo,
y a propósito.

Hace varios días que me he sentado
a esperar a la serenidad,
como si fuera un nabo o un espárrago.


Anteayer, andaba de vinos con amigos,
echando a perder el tiempo,
y ganando en compañía;
en eso pensaba anoche, cuando oscurecía.


Nada cambia, y todo cambia,
nadie entiende nada.
Nadie es culpable de nada;
somos todos inocentes,
como los insectos y los pájaros.


Me desperté temprano,
y me dolió el recuerdo.. (¡en el alma!)
Y para mi vergüenza,
nada, nadie cambia.
Nada en este mundo cambia.










viernes, 13 de mayo de 2011

Podría...






Podría escribir una canción
y una tristeza;
describir la risa y el dolor;
representar la alegría
y la pena.

Podría hacer fluir,
en el impulso del lenguaje,
aferrándose en el cuerpo
y en su posesión,
una quimera.

Podría desplegar la tibieza del sueño
desprendiéndolo del viaje,
aproximándolo al lenguaje
y desplegarlo, como  el agua de un río
en el correr de su cauce.

Podría descifrar la confusión,
que la ambigüedad sostiene,
en su equívoco tránsito
de significados borroso.

Podría recuperar un recuerdo olvidado,
allá, en los confines de la memoria,
cargada de significados,
y hacerlo realidad en un instante.

¿Podría cerrar los ojos?
¿Rendirme a la fatalidad?
¿Flotar como si fuera un globo?
¿Olvidar la sacudida de una sorpresa
para no sorprenderse de nada?

¿Podría dejar de ver?
¡¡No!! No podría,
porque mi guía, compañeros,
es la poesía



lunes, 2 de mayo de 2011

A veces...





A veces, sólo a veces
se me atranca el pensamiento
y la inspiración se curva.


A veces, sólo a veces,
se me esconden las letras
y se ocultan las palabras.


A veces, se me hincha el alma
de preguntas, por momentos,
sin respuestas que la colmen.


A veces, todo es blanco,
¡simplemente blanco! Y otras
tan negro, como el deslumbramiento.


A veces, la mirada es alimento,
que entrega hermosura, esclareciendo
la quieta belleza de un día que comienza.


A veces, y sólo a veces, el calor y la luz
aparecen, en el confín que separa
la esperada línea de una madrugada.


A veces, sólo a veces, por leves instantes,
respiro eternidad, en ese temblor,
antesala, de la esperada aurora.