Cuando sienta tu caricia
en mi mejilla
suspiraré lentito
¡cómo sin miedo!
Y me quedaré quieta
en el silencio
cerrando los ojos
¡cómo sin tiempo!
Después, casi temblando,
guardaré el reflejo de tus pupilas
en mi mirada
¡Cómo si fueran alas sobre mi cuerpo!
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