miércoles, 31 de marzo de 2010

A la lumbre de la memoria...




"Yo tengo un amigo muerto que suele venirme a ver:
Mi amigo se sienta y canta..."

(José Marti)



Dicen que a la lumbre de la memoria

ardiendo sin consumirse

crecen silveiras que hieren

heridas que se nos llagan

junto a la flor del almendro

donde crecieron los sueños.

Son canciones que se escuchan

perfumadas de tristeza

cuando la tarde se avienta

se adelgaza y jadea

por entre esa fina línea

que une el Cielo con la Tierra.

Y es al sangrar la mañana,

cuando el Sol brilla en lo alto,

que crepitan en la hoguera

las astillas del recuerdo

junto a la flor del almendro

donde crecieron los sueños.

En la matita de un tiesto





Quiero, y se me antoja pensar
que la poesía es como un dulce panecillo
Y sus versos el agua de los ríos
y sus palabras el nombre de todas las flores

Quiero, y quiero creer, quizás
que el poema es un paisaje
reflejado en el cristal del tiempo
que el alma se bebe de un sorbo

Quiero... ¡Claro que quiero, compañero
decirle que, en la matita de un tiesto,
crecen cada mañana mis versos!
Que los riego de emoción, turbación y sentimiento
y florecen con la magia de otros versos.