miércoles, 27 de abril de 2011

Cancioncillas




A la sombra de un farol
puse una pena a dormir
otra te quiso escribir
y  la que más me dolía
de amor se murió por ti.

Entre el junco y la rivera
se oye gemir al silencio:
La fuente no tiene agua,
el viento muere de sed;
y mi alma perdió el juicio
al no poderte querer.

Una estrella se ocultó
detrás de una gran cometa.
El sol se puso a buscarla
y la luna la encontró
en una nube, enredada.

Tengo un sombrero de paja
que me cubre la cabeza
para que no se me escape
el deseo de abrazarte
fundiéndome en tu nobleza.

Desde el camino a tu casa
hay un hayedo y un olmo,
enamorados del agua
que corre por el regato
circundando tu ventana.

Tiene la noche una pena
y el día una nostalgia:
La noche esperando el día;
el día pensando en la noche
¡Nunca podrán entenderse
si no se encuentran un día!

El narciso y la violeta
tuvieron un amorío
y un tulipán amarillo
vanidoso y engreído,
por no mostrar sentimiento,
murió de celos, marchito.

Dos campanas y una torre
tiene mi ermita del monte
y un campanero que toca
cuando el alba despereza,
sin despertar a la noche.



viernes, 22 de abril de 2011

La Hipocresía



La hipocresía es un disimulo,
con el que se reembolsa algún pago,
sea en carne o en alivio.
Y no encontrarse tan sola
o tan solo, así como desguarnecidos.

La hipocresía es un abanico,
mágico, que se asombra de su sombra,
y al asombrarse se admira
de tanta sombra que asombra.

La hipocresía ,–repito -, y respondo
a tu pregunta:

No es viento, es un ventilador,
un motor, que se enciende y que se apaga,
dependiendo del calor.

No es tampoco el sol, es una bombilla
que se funde, cuando los plomos
no saben acomodarse a su función.

No es un beso, ni su calor,
es un salivazo que responde a la ocasión.
Un esfuerzo más, contra la sequedad.

No es una palabra tampoco,
es un latinajo,
- como dice Rojas -
del carajo.

domingo, 17 de abril de 2011

Sonata de primavera



El ruiseñor quedó prendido,
meciéndose en la rama vieja.
En su tronco vacío de brotes,
soltó, solemne, su trino

Canta su canción el ave,
cortejando a la rama seca,
para que le devuelva el nido
con su brote de hojas nuevas.

A escuchar este concierto
se apuntaron las estrellas.
El sol salió de puntillas,
al brote de la savia nueva;
erguido, despertó el trigo,
y a la vida la rama vieja.

Sonata de un ruiseñor
que anuncia la primavera

viernes, 8 de abril de 2011

Lejana...


Lejana, pero no distante,
nostálgica, sin melancolía;
soñadora, - como
siempre -,
impetuosa y espontánea

Aquí, me tienes, esperando…
¿Una palabra, quizás?
Cariñosa y alborozada,
de tu mirada
encelada;

radiante, y algo turbada,
mas sospecho, zalamera,
que de ti ando golosa,
ya lo sabes