domingo, 21 de noviembre de 2010

Sea cual fuere el tema...






Tengo un bombín

de ocasión,

una pregunta cultivada,

y una queja implantada

en el diálogo sabroso.



Tengo, amor mío,

un verbo caliginoso,

apetitoso y desbordado,

envejecido de otoños

que cierro al caer las hojas.



Tengo cambios y cosas,

que el corazón me tantea,

y una verdad, verdadera,

que disipa todas las penas,

trajinando días y horas.



Tengo reunido en el aire,

flotando, un sentimiento,

que vigila, cauteloso,

por dónde viene el peligro,

y hacia dónde va el barranco.



Tengo, sin que nadie lo sepa,

un cuidado paisaje,

misteriosamente guardado;

una vera embrujadora,

en una ensenada deshabitada.



Tengo, amor mío,

sin que lo sepas, un paraíso;

la espesura de la selva

de un poeta; canéforas en verso,

y en los ojos un poema:

¡El tuyo!




1 comentario:

  1. Y yo tengo el placer de leer este poema tan rítmico, fresco y vitaminado.

    Besos

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