Desperté esta madrugada
respondiendo a tu llamada
y, para más precisión,
a las seis de la mañana.
Las sombras aún invadían
de silencios, de añoranzas,
el nuevo día y la estancia.
Una caja de recuerdos
se volcó sobre la cama
y, envolviéndome en sus vueltas,
abrió de par en par la ventana.
Allí, tu sonrisa estaba,
como la fresca mañana
que al sol hiere;
como vela de navío
desplegada y,
con hilo de oro puro,
mis labios
bordaron este poema,
a las seis de la mañana,
cuando el amor se despierta.
Bien por la imagen y mejor por la combinacion imagen/texto.
ResponderEliminarNo siempre es fácil conseguir esa simbiosis.
Un abrazo
Gracias, Maravillas, por pasarte por el Derivadario de Talbania y dejaf ahí tu ilusionada opinión.
ResponderEliminarEsperemos que sí, que ese candidato que basa su discurso sobre el humanismo y no en el soez electoralismo sea entendido por la ponblación.
Salud u rosas para ti, mujer sin patria que desde una ventana sin reja contempla el mundo vivir
· Es una buena hora... cualquiera lo sería para un amor que se despierta.
Un foto bien elegida, como dice Antonio.
· 1b
CR & LMA
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Gracias a todos. Estoy intentando publicar en mi blog una nueva entrada, pero no lo consigo ¿qué demonios andarán enredando?
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