jueves, 24 de marzo de 2011

A las seis de la mañana




Desperté esta madrugada

respondiendo a tu llamada

y, para más precisión,

a las seis de la mañana.


Las sombras aún invadían

de silencios, de añoranzas,

el nuevo día y la estancia.


Una caja de recuerdos

se volcó sobre la cama

y, envolviéndome en sus vueltas,

abrió de par en par la ventana.


Allí, tu sonrisa estaba,

como la fresca mañana

que al sol hiere;

como vela de navío

desplegada y,


con hilo de oro puro,

mis labios

bordaron este poema,

a las seis de la mañana,

cuando el amor se despierta.







4 comentarios:

  1. Bien por la imagen y mejor por la combinacion imagen/texto.
    No siempre es fácil conseguir esa simbiosis.
    Un abrazo

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  2. Gracias, Maravillas, por pasarte por el Derivadario de Talbania y dejaf ahí tu ilusionada opinión.
    Esperemos que sí, que ese candidato que basa su discurso sobre el humanismo y no en el soez electoralismo sea entendido por la ponblación.
    Salud u rosas para ti, mujer sin patria que desde una ventana sin reja contempla el mundo vivir

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  3. · Es una buena hora... cualquiera lo sería para un amor que se despierta.
    Un foto bien elegida, como dice Antonio.

    · 1b

    CR & LMA
    ________________________________
    ·

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  4. Gracias a todos. Estoy intentando publicar en mi blog una nueva entrada, pero no lo consigo ¿qué demonios andarán enredando?

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