Pero ya no hay remedio para nuestras víctimas: sólo nuestra conciencia de ciudadanos libres merece ser repuesta de oprobio aquél.
Gracias, Maravillas, por su presencia solidaria en Derivadario de Talbania. Un fuerte abrazo en la memoria de tu tío abuelo Antonio Ramos y tantos maestros y tantos alcaldes y tantos hombres y mujeres como fueron sacrificados. El odio tampoco nos redime de los errores que comete la maldad.
Noto que no piedes tu estilo imponente en poesía.
ResponderEliminarEncantada y saludos.
mepm
Pierdes, perdón.
ResponderEliminarUna buena proposición.
ResponderEliminarbesos
eloy
Pero ya no hay remedio para nuestras víctimas: sólo nuestra conciencia de ciudadanos libres merece ser repuesta de oprobio aquél.
ResponderEliminarGracias, Maravillas, por su presencia solidaria en Derivadario de Talbania. Un fuerte abrazo en la memoria de tu tío abuelo Antonio Ramos y tantos maestros y tantos alcaldes y tantos hombres y mujeres como fueron sacrificados. El odio tampoco nos redime de los errores que comete la maldad.