martes, 24 de mayo de 2011

Nada, nada cambia...




Últimamente, no leo, pienso,
y me adivino.
Me encuentro con el día,
y me despido de la tarde:

- ¡Buenos días...! -
- ¡Buenas tardes...! -


Últimamente, estoy confusa,
distraída y perezosa.
Pienso…
Y el mundo gira,
como el tiempo.
Siempre dando vueltas:
escribiendo;
soportando;
compadeciendo...


En el huerto ya hay espárragos,
entreabren sus capullos,
sin quererlo,
y a propósito.

Hace varios días que me he sentado
a esperar a la serenidad,
como si fuera un nabo o un espárrago.


Anteayer, andaba de vinos con amigos,
echando a perder el tiempo,
y ganando en compañía;
en eso pensaba anoche, cuando oscurecía.


Nada cambia, y todo cambia,
nadie entiende nada.
Nadie es culpable de nada;
somos todos inocentes,
como los insectos y los pájaros.


Me desperté temprano,
y me dolió el recuerdo.. (¡en el alma!)
Y para mi vergüenza,
nada, nadie cambia.
Nada en este mundo cambia.










3 comentarios:

  1. ...muy reflexivo...esperemo, por el bien, cambie¡
    Cordial saludo.
    Ramón
    P.D.: Me gusta mucho la Ilustración que expones.

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  2. A veces todo cambia para que todo siga igual. un poema redondo, como el girar del mundo, me gustó mucho.

    (soy eloy de lágrimas en la lluvia, te comento desde el blog colectivo de Poetas sin sofá, porque desde el mío no me deja comentar)

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  3. ... y ese sentirse a solas pensando ajeno de sí y en uno mismo, como el pájaro, como la flor de la calabaza, o el espárrago del inmutable mundo, yo no sé si es ciencia, experiencia o trascendencia. Juan Serrano

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