Así, de a poco, fue la cosa,
se fue metiendo entre los dedos,
salpicando el escritorio,
y removiendo los recuerdos.
Así, como si no fuera la cosa,
entre la luz y la sombra,
quedaron empapadas y en silencio
las cartas, los cuadernos y los versos.
Así, como de pronto,
como el que no quiere la cosa,
se fueron escapando con los sueños
algunos despertares que amargaron.
Y así fue, de a poco, y poco a poco.
Y, como el que no quiere la cosa,
se fueron, para siempre,
algunas cosas.
Hola Maravillas, gracias por tus visitas a La Colina y al ISOBAJO.
ResponderEliminarMe apunto al tuyo para poder seguir mas comodamente las imagenes y textos -maravillosos- que he ido curioseando.
Un saludo,
Las mejores cosas llegan sin buscarlas... y se van sin darnos cuenta.
ResponderEliminarLo nuevo nos maravilla, luego dejamos de prestarle atención... hasta que notamos que ya no están.
Un abrazo! Dios te acompañe.
· Así sucede, poco a poco. Se van las cosas, se escapa la vida... pero otras llegan.
Hermosa poética prosa.
· saludos
CR & LMA
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