lunes, 1 de noviembre de 2010

Soy un tallo de esperanza




Hoy, me ronda en la cabeza el asombro de una idea,

que sube y baja, construyendo algún proyecto,

colmando este sábado de octubre y travesuras.


Hoy, está prohibido entristecerse,

aunque llegue la próxima "condena"

subida, siempre, en el tranvía del fracaso,

para que arribe pronto, y rápido,

a la estación de “La pajarera alegría”.


Hoy, estoy decidida a cortarle las alas al dolor,

para que no vuele.

Y comerme todas las lágrimas,

una a una, masticándolas,

para quedar serena y consolada.


Hoy, estoy de fiesta;

se equivocó la que escupe,

cuando ve caer la lluvia.

Y a aquel otro, que trajina soledades y miserias,

se le escapó el latido de mi herida.


¡Qué hoy vibro con la vida!

Y el aire me sabe a mango.

¡Que estoy viva!

Y en el corazón me nace hierba.


Hoy, entre los versos, se me escapa

alguna coma equivocada,

sujetando, sin querer, a mis palabras,

nimbando esta poesía que grita, sin bozal,

que soy un tallo de esperanza,

que crece con el sol,

tan alto, que toca con su yema

la cara oculta de la luna.


¡Que estoy viva!

El luto me sobra,

y el amor me canta...




2 comentarios:

  1. Un precioso canto a la esperanza, a las ganas de vivir a pesar de todo y de todos, a hacer que los instantes gozosos sean los que pueblen nuestros reuerdos.

    Me gustó mucho.

    besos

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  2. E intuyo por aquello de que "aunque llegue la próxima "condena", tu poema no sale de un momento superficial y "pajarero", sino de la más profunda convicción, de que a pesar de todo, la vida es bella.

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